| | EL INSULTO FINAL DE CLINTON
Jorge Maspóns
New Orleans, Louisiana
Han pasado 28 años desde que los representantes y oficiales en los
Estados Unidos y Vietnam del Norte Comunista firmaron un acuerdo el 24 de
Enero de 1973 en París para dar por terminado el compromiso Americano en
Vietnam. El Presidente Nixon dijo: "Ahora hemos alcanzado un
convenio honorable, podemos estar orgullosos que los Estados Unidos no se
conformaron por una paz que habría traicionado a nuestros aliados, que habría
abandonado a nuestros prisioneros de guerra, que habría terminado la guerra
para nosotros pero que la hubiera continuado para 50 millones de
personas en Indochina." Ya tendré algunas cosas que decir acerca de
ésta declaración y la guerra en términos generales más tarde en éste artículo.
Podemos afirmar que la Guerra de Vietnam fué por cierto diferente
a otras guerras en el sentido que las condiciones bajo las cuales estábamos
eran como ninguna otra guerra o conflicto en que hallamos estádo antes. Por
supuesto hay muchas razones que podemos mencionar para no haber ido a
Vietnam ó para haber salido en el momento apropiado. Sin embargo, el
soldado ordinario, hombre ó mujer, respondió a el llamado de su país y
prestó buen servicio para liberar a nuestros amigos de la amenaza comunista.
En ésto yo estába de acuerdo. Así como habíamos hecho en otras guerras
del pasado, los Américanos nobles fueron a combatir y dar sus vidas
por la libertad que otros ansíaban pero que no podían disfrutar. Pero
para las décadas de los años 60s y 70s muchos ya se habían olvidado de los
sacrificios ofrecidos por generaciones previas de Américanos quienes no
titubiaron en venir a el llamado de su patria.
Un poco para atras en el tiempo, en el año 1992, algo insólito,
jamás visto y sin precedentes ocurrió en ésta nación: Un hombre que
había despreciado el servicio militar, quién no solamente evadió la llamada
de
servicio sino que tambien dirigió manifestaciones contra su propio país, fué
electo Presidente de los Estados Unidos. Para mí, aquello fué una señal
de que muchos ya no sentían el patriotismo y amor por la patria como
una prioridad en sus vidas. A traves de toda su presidencia, el Sr.
Clinton no ha tenido nada más que desprecio por las Fuerzas Armadas,
usandonos como sus propios criados personales alrededor de el mundo mientras que
al mísmo tiempo reducía más y más nuestras fuerzas. Toda su vida ha
sido una mentira personificada.
Ahora, el reinado del Sr. Clinton está acercandose a su fín (¡Gracias
a Dios!) y más aún, él tiene un insulto más para su país, los pueblos
oprimidos por el comunismo y en particular, los veteranos que sirvieron
honorablemente en las Fuerzas Armadas. El se va, no solamente como el único
Presidente que rehusó servir a su patria en las Fuerzas Armadas sino también
como el que visitó el mísmo enemigo que estábamos combatiendo
mientras él le estába sacando la lengua a todos aquellos que sirvieron
honrosamente mientras la guerra continuaba.
Dejénme decir esto: Yo no tengo favoritos. Es triste
decirlo, pero el Presidente Nixon mintió y no fué honrado con el pueblo
Americano y yo no lamenté que tuviese que marcharse. Hablando de el
previo mencionado acuerdo, el que fué Secretario de Estado Henry Kissinger
negoció un tratado que logró precisamente lo opuesto a lo que el Presidente
Nixon había dicho. No solamente estábamos involucrados en una guerra destinada
a perder, donde
se nos permitía morir, sino que también fuímos hecho el objeto de abuso por
los medios noticiosos, retratandonos como adictos a las drogas y asesinos
de niños, mujeres y ancianos, mientras que nuestros enemigos aquí "en
casa" recibían la más amplia exposición en televisión. Seguro, la
televisión y
la página escrita deben compartir la culpa por la debacle de Vietnam. No
obstante todo esto, nosotros servimos a nuestra patria honorablemente mientras
que el Sr. Clinton se reía a espaldas nuestras.
Pero quizás la injusticia más grande de la guerra de Vietnam es
el tratamiento de nuestros prisioneros y desaparecidos en acción por ambos
Hanoi y Washington. No debemos olvidar nunca que cientos de Americanos están
extraviados y sin haber explicaciones, olvidados por Repúblicanos y
Demócratas por igual. Cuando una película como el "Hanoi
Hilton" mostrando el corage y constancia de nuestros prisioneros de guerra
durante su
cautividad salió, algunos lo criticaron porque enseñaba a tipos "anti-guerra"
tales como Jane Fonda por la clase de liberales e izquierdistas que eran.
La película duró solamente unas semanas en los teatros mientras que las
mentiras de "Platoon" duraron muchas semanas,
ganando muchos millones de dólares.
Hay algunos que seguramente confían en los comunistas Vietnameses
y sus declaraciones que ellos no saben nada acerca de los prisioneros Americanos
en su país y que ellos están devolviendo los restos de los que murieron en
la guerra. Algunos hecharan de menos a los 2,441 prisioneros y extraviados
como "expendable" es decir como algo que se puede dar por perdido.
Algunos
otros dirán que ellos recibieron lo que merecieron por estar en donde no les
correspondía. Otros insistirán en que no hay manera alguna de que algún
Americano haya sobrevivido en cautividad tanto tiempo. Pero, por
supuesto, el Señor Clinton no dijo nada acerca de la traición de los
prisioneros que viven cuando hizo una aparición en un sitio donde supuestamente
se buscaba a Americanos muertos.
Quizás la parte más repugnante de la visita de Clinton a Vietnam
fué su fotografía tomada delante de un gigantesco busto de el criminal Ho Chi
Minh. Esto me recordó a otros quienes le precedieron, en particular Jane
Fonda quién se retrató con soldados comunistas y sentada en una bateria
anti-aerea usada para derribar aviones Americanos. Prescindiendo de como
ustedes se sienten ó opinan acerca de ésta guerra, es inmoral y por seguro
traicionero comportarse en ésta forma, volviendole la espalda a sus
compatriotas Americanos que sí fueron a Vietnam e hicieron el mejor trabajo
posible bajo aquellas circunstancias. Yo no estába de acuerdo en la
manera
en que la guerra era librada. Si estába de acuerdo en que debíamos haber
parado el comunismo. Debimos de haberlo hecho al estilo "John
Wayne" es decir entrar rápidamente, ganar y salir enseguida. Tal ves
podemos
criticar a el gobierno pero nunca darle la espalda a nuestros compatriotas que
cumplen con su deber como lo hicieron algunos durante éste tiempo y que nos
recibieron a patadas al regresar a los Estados Unidos
Yo estoy seguro que los comunistas Vietnameses estuvieron muy
felices con la visita de Clinton. He aquí un hombre que no solamente era
un protestador contra la guerra, sino también un desertor y líder de
manifestaciones contra su patria. ¡Ellos estarían encantados! Y,
¿Qué es
lo que Clinton logró con ir a Vietnam? Nada, excepto UN ULTIMO INSULTO A
TODOS LOS VETERANOS AMERICANOS.
De acuerdo a Tran Duc Cuong, director del Instituto de Historia de
Vietnam, nosotros los veteranos somos los malos Americanos porque somos los que
bombardeamos su país (International Herald Tribune, Noviembre 15, 2000) Para éste
comunista, los buenos Americanos son aquellos que se opusieron a la guerra y a
los crimenes que cometimos allí. Y se apresura a decir que
el Presidente Clinton es un buen Americano porque protestó en contra de la
guerra. Esto es nauseabundo para mí y para todos los veteranos honorables.
Fueron ellos, los comunistas Vietnameses quienes cometieron todas éstas
atrocidades de que nos acusan. Ellos aterrorizaron la población hasta
someterlos dando muerte a mujeres y niños en el proceso. Fué un proceso
sistemático de conquista igual al que hemos visto en otros países comunistas.
Los comunistas Vietnamese quieren ayuda de los Americanos y puede
ser que la consigan sin tener que dar el informe completo de esos que aún se
encuentran desaparecidos en el Sureste de Asia. Según yo veo productos
por todos los Estados Unidos marcados "Hecho en China" ó "Fabricado
en China" temo que un día pronto "Hecho en Vietnam" también
aparecerá por todas las tiendas. Aún cuando ésto no le paresca malo a
algunos, recuerden, como yo, que cientos de Americanos prisioneros y
desaparecidos todavía se encuentran
detrás de la cortina de bambú en Vietnam. También recuerden que el
pueblo vietnamita no está verdaderamente libre para poder comerciar con ninguna
nación libre del mundo. Es su gobierno el que dirige todo el comercio.
A ésto yo no le llamo "libre empresa."
Nuestra amada nación dejó detrás y abandonados a muchos soldados
después de la Guerra de Vietnam, la Guerra de Corea y sí, también la Segunda
Guerra
Mundial. Algunos dicen que la historia se repite. ¿Sucederá de
nuevo? ¿Fabricado en Vietnam? Es difícil y feísimo de imaginar y
sufrir, especialmente mientras hay tantos que aún están dados por
desaparecidos.
No debería de suceder y no pasará si suficientes ciudadanos demandan de
nuestros legisladores y de otros oficiales que digan que ¡No! a "Fabricado
en Vietnam" ó "Hecho" en cualquier otro país controlado y
dominado por los comunistas. Pero lo que me preocupa a mí es que
demasiados Americanos se han olvidado de lo Tom Brokaw llama "La Generación
más Grande." El dólar
todopoderoso es más importante que el honor y la libertad. Y a propósito,
razones similares a éstas es el porque me opongo a tener comercio con la
Cuba comunista.
Los hombres y mujeres que fueron a Vietnam sirvieron honrosamente.
El servicio honorable y verdadero es una virtud que el Sr. Clinton no conoce.
Nosotros pagamos un precio terrible en Vietnam, en particular aquellos que
fueron muertos ó heridos y los que fueron dejados en prisión después de haber
traído las tropas. Tuvimos que combatir con restricciones increíbles que
aseguraron la victoria al final para los comunistas. Nosotros, los
Americanos de descendencia Cubana, conocemos ésto muy bien, especialmente los
valientes soldados de la Brigada de Asalto 2506 quienes fueron a liberar a Cuba
solamente para ser dajados abandonados y solos tal y como los prisioneros de
guerra fueron abandonados por su propio gobierno.
El Presidente Clinton tuvo una oportunidad de redimirse a sí mísmo
pidiendo perdón de sus propios compatriotas que sí respondieron al llamado y
sirvieron y tomando una posición fuerte en contra del régimen de Vietnam. Pero
una ves más, el Presidento nos insultó, al ir no solamente a Vietnam sino
también al cenar, brindar y participar con éstos hacedores de maldad. Yo puedo
asegurarle al lector que ningún miembro de las fuerzas armadas que sea decente
ni ningún veterano le tiene respeto alguno a éste hombre. Y ahora tiene
que despedirse con un insulto más para todos los que sirvieron honorablemente.
Yo nunca olvidaré a mis compañeros Americanos que todavía están
perdidos por Vietnam, Cambodia, Laos, y Corea. Usted tampoco debe de
olvidarlos como ha hecho Clinton. Ellos pagaron un precio terrible por
nosotros y la libertad.
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